Es la capacidad para continuar y seguir adelante a pesar de las dificultades, los obstáculos, la frustración, el desánimo, el aburrimiento, o la tendencia o los deseos de rendirse o abandonar ante una situación. Por lo tanto, una persona perseverante persigue sus objetivos con tesón, es dedicada, acaba lo que ha empezado, se mantiene concentrada y trabajando en su tarea con constancia, y si fracasa vuelve a intentarlo mejorando el método. Por lo general, son optimistas y con un estado de ánimo positivo, tienen una alta autoestima y una alta capacidad de autocontrol.
En cualquier circunstancia de la vida, se debe tener un objetivo claro o una meta que justifique el esfuerzo y perseverancia o dedicación en un período de tiempo generalmente extenso.
La perseverancia es un esfuerzo continuo, supone alcanzar lo que se propone y buscar soluciones a las dificultades que puedan surgir, un valor fundamental en la vida para obtener un resultado concreto.
Con perseverancia se obtiene la fortaleza y esto nos permite no dejarnos llevar por lo fácil y lo cómodo. El estudio siempre implica paciencia y perseverancia para su conclusión. Por esto es muy importante que los niños aprendan a ser perseverantes. Les brindará de estabilidad, confianza en sí mismos y madurez.